Hermandad de Cristo Rey de los Mártires
en la Exaltación de la Santa Cruz
Reseña Histórica
Es la cofradía más joven de todas las que componen los itinerarios pasionales. En octubre de 1939, los familiares y descendientes de los «caídos por Dios y por España» se reúnen para celebrar las exequias de todos aquellos ocañenses cuyas vidas, al principio de la contienda civil, fueron sesgadas por la inopia.
Así, ese mismo año trascenderán actos de Piedad colectiva, procesiones con antorchas hasta el cementerio y funerales para conmemorar referido «martirologio», propagándose tal inspiración en los años siguientes. Presente la idea de confeccionar una hermandad, los descendientes y compañeros de las víctimas adquieren un Cristo cuyo domicilio estará desde ese momento, ubicado en la Iglesia de San José (RR.MM. Carmelitas), pues allí encontraron ellos su última morada.
El 13 de abril de 1987, Lunes Santo, Cristo Rey de los Mártires procesiona por vez primera por las calles de Ocaña.
El 20 de marzo de 1992, el R. P. Don Rafael Palmero Ramos, obispo auxiliar y vicario general del Arzobispado de Toledo, aprueba los estatutos de la hermandad. Con tales premisas, la hermandad preconiza en infundir la piadosa idea de ser tenida su carrera como «camino de paz y perdón», aunando el aditivo de ser petitoria por «la paz y unión de los pueblos del mundo». Sin perder tal pretensión, en febrero de 1990, la Junta Ordinaria de la hermandad acuerda adoptar el recorrido que actualmente cursa.