Project Description
Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad
y Santo Entierro
Heredera de la que en el siglo XVIII fue instituida con el título de Hermandad de Pajes de la Soledad de la parroquia de Santa María, siendo una de las que originalmente dependiera del Tronco y Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Fundación Histórica
Su fundación histórica tuvo lugar en 1684, siendo confirmadas sus constituciones el 26 de marzo de 1686 por el Arzobispado de Toledo, el cardenal don Luis Fernández Portocarrero.
Rehabilitación
11 de abril de 1943.
Reseña Histórica
Aunque antiguamente fuera conocida como la Hermandad de Pajes de Nuestra Señora de la Soledad, no encontramos referencias a dicha titulación hasta el siglo XVIII, concretamente en el informe del cura párroco de Santa María aludiendo a ésta como tal y, a una de las que conformaban el Tronco de Jesús Nazareno. Sin embargo, siempre hemos de tener en cuenta que la supeditación y filiación a la hermandad principal de Nuestro Padre Jesús Nazareno vendría desde su propia fundación.
Tras la Guerra de Independencia española, la hermandad sigue su curso siendo una de las nuevamente aprobadas por el Regente de España y el gobernador eclesiástico de Toledo en 1842, contando ya con cuarenta y siete hermanos el año de 1855. A comienzos del siglo XX, concretamente en 1910, una nueva hermandad formará parte del desfile procesional del Viernes Santo: la Hermandad de Nazarenos de Nuestra Señora de la Anunciación “titulada del Tronco”. Con dicha instauración, la Hermanad de Pajes de la Soledad vería reforzadas sus filas pues una de las constituciones de la nueva Hermandad de Nazarenos de Nuestra Señora de la Anunciación era la de acompañar a Nuestra Señora de la Soledad en la mañana del Viernes Santo, alumbrándola “con sus túnicas negras, capas, rosario, cordón y bota negra”.
Tras la Guerra Civil, la hermandad volverá a instituirse siendo sus ordenanzas aprobadas con el visto bueno de la Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno en 1944, junto a las de la Cofradía de la Santa Mujer Verónica. Ese mismo año, procesiona perdiendo la reminiscencia que les ataviaba la denominación de “pajes”, puesto que abandonaban el color morado de sus túnicas por el negro y, añaden a su capirote el color blanco.
Esta hermandad tiene la peculiaridad de salir dos veces en el mismo día del Viernes Santo: una, por la mañana acompañando a Nuestro Padre Jesús Nazareno; y otra, por la noche, portando el Santo Entierro de Nuestro Señor en la procesión de Nuestra Señora de los Dolores, tal y como se realizaba antes del aciago año de 1936. Posibilidad motivada gracias al permiso dado en la década de los cuarenta por la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, titular y regente de dicho desfile procesional.
Su Fiesta Mayor tiene lugar el domingo anterior al Domingo de Ramos, siendo clara reminiscencia de su celebración primigenia que tenía lugar el día 25 de marzo, lo que denota la antigüedad y solera de esta hermandad, pues ya desde el primer momento de su constitución en 1686, reflejan como fecha de celebración para dicho día el de Nuestra Señora de la Encarnación, en el altar de su capilla de la Iglesia de Santa María.
Hábito
En la mañana, túnica de terciopelo negro, cíngulo y capa blanca y rosario. Guantes blancos y sandalias negras con medias blancas. Capuz blanco con distintivo de la hermandad.
Por la noche, varía el capuz, de color negro con las iniciales JHS.
Procesiona
Actividades
En el mes de febrero, se tiene como norma celebrar un funeral por los hermanos y hermanas fallecidos en el pasado año.
La Fiesta Mayor de la hermandad se celebra el día 25 de marzo. Cuando esta fecha no coincide en domingo, se celebra el domingo anterior o el posterior.
Curiosidades
- La tarde del Viernes Santo, la hermandad aguarda en casa del Hermano Mayor a ser recogida por la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, evidencia heredada de su antigua subordinación a la principal del Tronco de la Soledad de San Juan.
- No hace mucho tiempo que Nuestra Señora de la Soledad entraba en la Plaza Mayor por el arco de la calle del Mercado. La variación en su trono, de mayores dimensiones, lo hacía imposible. Actualmente entra por el arco de la plaza del doctor Espina y Capó.